Inicié mi camino en la educación con la convicción de que, al acompañar de forma respetuosa y consciente a los niños en sus primeras etapas, estamos sembrando las bases para un futuro más sano y humano.

Después de 18 años de experiencia en el aula y en la formación y capacitación de maestros, mi vida dio un giro profundo con el nacimiento de mi primer hijo.

Ese momento marcó un antes y un después en mi manera de entender la infancia, la educación y la crianza. Comprendí de forma vivencial la importancia del bienestar propio, de un hogar armonioso, y de tener expectativas realistas y alineadas con cada etapa del desarrollo infantil para poder criar desde el amor, el respeto y la conexión. También descubrí lo esencial que es contar con profesionales que compartan esta mirada integral y respetuosa.

Al escuchar a tantas madres sentirse abrumadas, culpables o desorientadas ante la avalancha de información contradictoria, confirmé la necesidad de un acompañamiento claro, empático y bien fundamentado.

Esa certeza me llevó a ampliar mi enfoque profesional: además de seguir trabajando activamente como consultora en educación, colaboro con centros educativos en procesos de mejora institucional, realizando levantamientos, asesorando equipos directivos y diseñando estrategias pedagógicas sostenibles. También capacito y entreno personal docente para fortalecer prácticas alineadas con el desarrollo infantil y con entornos escolares más conscientes y efectivos.

Hoy, como Consejera en Educación y especialista en desarrollo infantil, acompaño tanto a familias como a instituciones desde una perspectiva que integra lo emocional, lo relacional y lo académico, buscando siempre el desarrollo pleno de los niños y el bienestar de los adultos que los rodean.